En la quietud del metal se esconde la voz de la luna. Este Cuenco Lunar Nepalí Extra Grande, de unos 22 cm de diámetro y 1450 gramos de peso aproximado, está elaborado siguiendo la tradición ancestral de los monjes artesanos del Himalaya. Su sonido es profundo, denso y envolvente, como una corriente silenciosa que asciende desde la tierra hasta las estrellas.
Forjado a mano en Nepal, cada cuenco lunar es una pieza única. El metal ha sido trabajado con martilleo manual, lo que le otorga un tono vibratorio lleno de matices: los graves sostienen el cuerpo, los medios equilibran la mente y los agudos despiertan el alma. La superficie conserva la huella del fuego y del cincel, símbolo del viaje interior que convierte lo burdo en sagrado.
El pequeño grabado circular que adorna su pared exterior representa la armonía perfecta entre los cuatro puntos cardinales, una metáfora de equilibrio y eternidad. Su diseño sencillo y noble invita a centrar la atención en lo esencial: el sonido.
🔹 Características:
– Diámetro aproximado: 22 cm.
– Peso: alrededor de 1450 g.
– Fabricación artesanal en Nepal.
– Aleación tradicional de siete metales simbólicos.
– Acabado martillado con pátina natural.
– Símbolo grabado exterior de armonía universal.
🔹 Uso espiritual y terapéutico:
El Cuenco Lunar Nepalí se utiliza en prácticas de meditación profunda, baños de sonido y sanación energética. Su frecuencia vibratoria ayuda a armonizar el sistema nervioso, liberar bloqueos emocionales y favorecer estados de relajación profunda.
Por su tamaño y densidad, es ideal para terapias corporales en las que el cuenco se apoya sobre el cuerpo del receptor: el peso del metal y su vibración lenta inducen una sensación de calma total, como si el tiempo se detuviera. En espacios amplios, su sonido puede sostener la energía de una sala completa, convirtiéndose en el eje sonoro de ceremonias colectivas o sesiones de yoga.
🔹 Simbolismo lunar:
En la tradición tibetana, los cuencos lunares representan el aspecto receptivo de la conciencia: la intuición, la compasión y la serenidad. Su tono grave recuerda los ciclos de la luna, los movimientos del agua y los ritmos naturales del alma. Usarlo es una forma de honrar el poder de lo femenino sagrado, la sabiduría que ilumina sin deslumbrar.
Para activarlo, basta con golpear suavemente su borde con un mazo de fieltro o rodearlo con un movimiento circular lento. Su sonido se desplegará en ondas que se entrelazan, llenando el espacio de vibraciones que permanecen incluso cuando el oído deja de percibirlas.
🔹 Ideal para:
– Retiros de meditación y ceremonias lunares.
– Sesiones de sonido, reiki o masajes vibracionales.
– Espacios sagrados, templos o altares personales.
– Practicantes que buscan un cuenco de tono grave y prolongado.
Este cuenco lunar es una presencia viva: suena distinto cada día, según el estado interior del que lo hace vibrar. Es un compañero silencioso para quienes caminan el sendero de la calma y desean escuchar, más allá del oído, la voz del universo.



















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