Pequeño, cálido y lleno de energía, este cojín de terciopelo rojo de 7 cm ha sido creado artesanalmente para cuencos tibetanos pequeños o miniaturas, aportando elegancia, estabilidad y una base sagrada donde el sonido puede florecer sin distorsión. Su textura aterciopelada envuelve el espacio con suavidad, mientras su intenso tono rojo —color del fuego interior y del poder vital— inspira fuerza, pasión y presencia consciente.
El acabado artesanal, con bordes decorados en hilo dorado, realza su belleza tradicional y simboliza la unión entre lo terrenal y lo divino. Más que un simple soporte, este cojín actúa como un elemento energético que amplifica la resonancia del cuenco, favoreciendo una vibración clara, libre y profunda.
🔹 Características:
– Diámetro: 7 cm.
– Material: terciopelo rojo con bordado dorado.
– Uso recomendado: cuencos tibetanos pequeños (hasta 9–10 cm).
– Fabricación: artesanal, cosido y terminado a mano.
– Textura: suave, densa y resistente.
🔹 Usos y beneficios:
– Proporciona una base firme y segura para el cuenco, evitando el contacto directo con la superficie.
– Protege el metal y realza la calidad del sonido, evitando vibraciones parásitas.
– Perfecto para rituales, altares o prácticas meditativas donde cada detalle tiene valor simbólico.
– Aporta un toque decorativo armonioso y luminoso, integrándose fácilmente en espacios espirituales o de bienestar.
🔹 Simbolismo espiritual:
El rojo es el color del chakra raíz (Muladhara), centro de la energía vital, la estabilidad y la conexión con la tierra. Representa la vida, la pasión y la confianza en el propio camino. Este cojín, con su energía cálida, invita a mantener los pies —y el alma— firmemente enraizados, incluso en los momentos de silencio interior.
🔹 Ideal para:
– Cuencos tibetanos pequeños o miniatura.
– Espacios de meditación, yoga o reiki.
– Altares personales o como base para piedras y figuras sagradas.
– Regalos espirituales o decorativos.
El Cojín de Terciopelo Rojo de 7 cm es una pequeña joya artesanal que, como el corazón, sostiene el ritmo del silencio y da forma al sonido sagrado.
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