Cada sonido es una oración, y en este cuenco tibetano de 16 cm en polvo de tierra, la oración se convierte en materia. Fabricado artesanalmente con una aleación metálica tratada con un acabado en polvo terroso mate, este cuenco encarna la esencia de la tierra: estabilidad, presencia y raíz. Su superficie rugosa y natural lo conecta con los elementos primordiales, mientras su grabado interior de Buda sobre un mandala lo consagra como una herramienta sagrada de contemplación y equilibrio.
El sonido que emite es profundo y envolvente, con un timbre suave que vibra lentamente, ideal para meditación, relajación o limpieza energética. Cada toque despierta una resonancia cálida que invita al silencio interior y al retorno a lo esencial.
Este modelo destaca por su carácter visual sobrio y su textura única, que transmite la sensación de algo ancestral, casi excavado en el tiempo. Su acabado terroso aporta una presencia serena al altar, recordando la fuerza silenciosa de lo natural y la paciencia del proceso interior.
🔹 Características:
– Diámetro: 16 cm.
– Material: aleación metálica con acabado en polvo de tierra.
– Interior grabado con la imagen de Buda en un mandala protector.
– Sonido grave y prolongado, de resonancia armónica.
– Fabricación artesanal.
– Ideal para prácticas espirituales y espacios de meditación.
🔹 Simbolismo:
El mandala representa la totalidad del universo: el orden divino que habita en el caos aparente. En el centro, Buda encarna la conciencia despierta, el punto inmóvil alrededor del cual gira toda experiencia.
El color verde terroso y su textura natural evocan la sabiduría de lo simple, el enraizamiento y la calma que provienen del contacto con la materia. En la tradición tibetana, el elemento tierra simboliza el cuerpo físico, la estabilidad emocional y la capacidad de sostener la vida; escuchar este cuenco es reconectar con esa base interna.
🔹 Usos y beneficios:
– Ideal para meditaciones centradas en el cuerpo y el enraizamiento.
– Puede emplearse en ceremonias de limpieza energética o para equilibrar los cuatro elementos.
– En sesiones de sonoterapia o reiki, ayuda a estabilizar y calmar la energía del paciente.
– Su sonido cálido es perfecto para abrir o cerrar espacios rituales.
🔹 Ideal para:
– Espacios de meditación, yoga o mindfulness.
– Altares personales o templos domésticos.
– Prácticas de relajación profunda y armonización de chakras.
– Regalo espiritual de gran simbolismo y belleza artesanal.
El Cuenco Tibetano en Polvo de Tierra – Buda Mandala no solo produce un sonido: transmite un estado. En su vibración vive la quietud de la montaña y la sabiduría de lo que permanece.


















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