Las Piedras de Labradorita de Madagascar en forma de hoja son pequeños portales de magia antigua, destellos del firmamento atrapados en la piedra. Su superficie iridiscente, que refleja luces azules, verdes, doradas o violetas según el ángulo, evoca el brillo de las auroras boreales: una danza de energía cósmica convertida en mineral.
Talladas cuidadosamente en forma de hoja, símbolo del crecimiento y de la transformación constante, estas labradoritas representan el flujo natural del cambio, recordándonos que todo renace cuando se deja llevar por el ciclo de la vida. Su energía actúa como un manto protector que envuelve el aura, evitando fugas de energía y bloqueando las interferencias externas.
Procedentes de Madagascar, una de las tierras más puras y ricas en minerales del planeta, estas piedras están asociadas al chakra del tercer ojo y al chakra corona, estimulando la intuición, los sueños lúcidos y la percepción espiritual. Su vibración ayuda a conectar con la sabiduría interior, a reconocer los mensajes del inconsciente y a protegerse durante la meditación o el descanso.
Cada pieza, al reflejar la luz, parece cobrar vida: en su interior laten colores que cambian como las emociones, recordando que la belleza real está en la transformación. El tacto suave de su superficie y su forma orgánica invitan a sostenerla en la mano durante prácticas de relajación o contemplación. También puede colocarse sobre el corazón o el tercer ojo para equilibrar la energía o en el altar como símbolo de protección mágica y guía espiritual.
El mensaje de la labradorita es tan antiguo como la noche:
“Dentro de la oscuridad duerme la luz. Atrévete a verla.”























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