Las Pequeñas Piedras Africanas de Ojo de Tigre Variegadas son fragmentos de poder solar y terrestre a la vez. En cada una de ellas brilla el reflejo dorado y castaño del ojo felino que les da nombre: el símbolo eterno de la vigilancia interior, la fuerza serena y la confianza instintiva. Este mineral, muy apreciado desde la antigüedad, combina la energía del sol y de la tierra, creando una piedra de protección, valor y enfoque mental.
Originarias de África, estas pequeñas piezas pulidas muestran tonalidades variegadas, es decir, un mosaico de colores que va del dorado luminoso al marrón profundo, con ondas y vetas que parecen moverse con la luz. Esa alternancia cromática refleja el equilibrio entre polaridades: acción y calma, intuición y razón, impulso y contención.
El ojo de tigre está asociado al chakra del plexo solar, el centro del poder personal. Su energía fortalece la voluntad, la confianza y la capacidad de tomar decisiones con claridad. Es también una piedra de protección ancestral, capaz de devolver la energía negativa a su origen sin absorberla. En la tradición africana y oriental se consideraba un amuleto contra el mal de ojo y las malas influencias, símbolo de coraje y buena fortuna.
Estas piedras son ideales para llevar en el bolso, en un saquito protector o para colocar en lugares donde se necesita concentración y enfoque: el escritorio, la entrada del hogar o la zona de estudio. También pueden usarse durante meditaciones o rituales para recuperar la energía perdida y reconectar con la determinación interior.
Cada piedra es distinta: algunas más doradas, otras más oscuras o rayadas, todas con ese brillo hipnótico que recuerda la mirada de un felino en calma. El ojo de tigre enseña a mirar sin miedo y a actuar con sabiduría, recordándonos que el poder más grande es el dominio de uno mismo.




















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