Las Pequeñas Piedras Africanas Gallina de Guinea son una de las joyas más singulares del reino mineral africano. Su superficie moteada, con puntos blancos y grises sobre un fondo oscuro, recuerda al plumaje del ave sagrada que les da nombre: la Gallina de Guinea, símbolo ancestral de protección, intuición y conexión con los espíritus guardianes de la tierra.
Este mineral, también conocido como jaspe gallina de guinea, proviene de formaciones rocosas del sur de África. Su aspecto combina la fuerza del jaspe con un diseño natural que parece pintado a mano por la naturaleza misma. Energéticamente, es una piedra de equilibrio y claridad, que ayuda a calmar la mente y a reforzar la confianza en los propios instintos. Está asociada al chakra raíz por su vibración terrosa y protectora, y al chakra del tercer ojo por su capacidad para abrir la percepción y fortalecer la intuición.
En la tradición africana, la gallina de guinea es un animal totémico vinculado a la sabiduría doméstica y a la alerta espiritual: nunca duerme del todo, siempre percibe lo invisible. De igual modo, esta piedra actúa como un amuleto contra la distracción y la energía dispersa, ayudando a centrarse en lo esencial y a mantener la calma ante el ruido del mundo.
Coloca estas piedras en el altar, el espacio de trabajo o llévalas contigo para mantenerte conectado con la tierra y protegido de las influencias externas. Son ideales para meditaciones de limpieza mental, para recuperar la concentración o para acompañar procesos de toma de decisiones.
Cada pieza es única: algunas tienen moteados más definidos, otras un patrón más suave y vaporoso, pero todas comparten la misma energía de elegancia natural y sabiduría terrenal. Su mensaje ancestral resuena como un canto suave:
“Observa con calma. El conocimiento llega a quien sabe escuchar.”

















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