La Pirámide de Orgonita con Gemas Chakra y Árbol de la Vida (Base Oro) es una síntesis perfecta entre la energía ascendente del espíritu y la raíz profunda de la Tierra. En su interior late el pulso del universo: metales dorados, resina transparente y las siete gemas sagradas que representan los chakras se funden bajo la forma del Árbol de la Vida, símbolo ancestral de conexión, crecimiento y renovación perpetua.
El dorado de la base evoca la energía solar, el fuego interno y la sabiduría divina que nutre la materia. Desde ese centro radiante asciende el árbol, cuyas ramas se abren hacia el cielo y cuyas raíces se hunden en la tierra invisible de la existencia. Cada piedra incrustada vibra en resonancia con un chakra, armonizando cuerpo, mente y espíritu:
– Jaspe rojo: raíz y seguridad.
– Cornalina: placer y creatividad.
– Citrino: confianza y poder interior.
– Aventurina verde: amor y compasión.
– Lapislázuli: verdad y expresión.
– Amatista: intuición y paz mental.
– Cuarzo blanco: conexión divina y pureza.
La pirámide canaliza las energías orgónicas, transformando las frecuencias densas del entorno en vibraciones armónicas. Colocada sobre un altar, una mesa de trabajo o un rincón sagrado del hogar, actúa como un campo de equilibrio y expansión, un recordatorio tangible de que la verdadera abundancia brota cuando la energía fluye libre desde las raíces hasta la copa del alma.
Su estructura piramidal refuerza el flujo energético: la base dorada sostiene, el árbol conecta, y la cúspide eleva. Es ideal para meditar, limpiar ambientes o reforzar la intención de crecimiento espiritual y prosperidad consciente. Cada pieza es única: los tonos, reflejos y disposición de las gemas varían, otorgándole una identidad energética propia.
Su mensaje es claro y sereno: “Florece donde estás, y deja que la luz te atraviese.”
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