
Este mar enciende la llama interior y recuerda al alma su antiguo poder creador. No busca sanar, sino transformar, revelando la belleza secreta que habita en cada gesto. Sus aguas mezclan fuego, aroma y intención, convirtiendo lo cotidiano en alquimia. Aquí el té es conjuro, el perfume oración, la vela promesa luminosa. Es un mar de sentidos despiertos, donde cada sorbo y cada aroma son puentes hacia la conciencia sagrada que todo lo une. Aquí, Muriel, la alquimista, te prepara, a fuego lento, lo mas sublime de su Crisol

Cada infusión que aquí nace, viene de ese mismo gesto: intención, respeto, silencio y fuego. Aquí no hay aromas artificiales ni palabras vacías.
Solo plantas auténticas, mezcladas con saber antiguo.
Infusiones preparadas para quienes no beben té,
sino buscan respuestas.
Has llegado al Caldero de Muriel, donde el fuego se convierte en propósito y cada aroma despierta un secreto. Aquí las velas iluminan tu camino y los aceites esenciales guardan la sabiduría de la naturaleza. No es una tienda: es un espacio de magia sencilla para tu vida cotidiana.

En el corazón de El Crisol de Muriel se enciende una llama antigua, un laboratorio invisible donde cada esencia, cada textura y cada objeto han sido elegidos como quien selecciona un amuleto.
Aquí no solo encontrarás productos: descubrirás pócimas de aroma, sortilegios para la piel, susurros para el alma y rituales para el hogar.