Ágata, sus propiedades y para que se aplica.
Bajo esta denominación se agrupa una gran familia de piedras de colores variados. Esta formadas por cuarzos de silicio muy duro y en parte transparente. Entre las ágatas destacan: la calcedonia, la cornalina, el jaspe, el ónice, la crisoprasa y el sardónice. Cada una de estas piedras tiene sus propiedades particulares.
El ágata debe su nombre al río Achates, actualmente río Dirillo, al sur de Sicilia (Italia), donde al parecer en la antigüedad se encontraban en gran cantidad. Actualmente, los principales yacimientos de Ágata los encontramos en Brasil, Argentina, Uruguay, India y Madagascar.
Sus cualidades terapéuticas son tan numerosas como su diversidad de colores, los chakras se trabajan de acuerdo con el color de cada ágata.
El ágata equilibra el plano físico y el mental, beneficia el chakra cardiaco y el chakra del plexo solar.
Sería muy largo explicar la historia de la utilización de las ágatas en amuletos y talismanes y tendríamos que remontarnos a la más remota antigüedad.
Los Sumos Sacerdotes hebreos lucían un ágata en su pectoral a modo de protección y los antiguos egipcios y caldeos la utilizaban en la confección de amuletos.
Lo mismo pasa con sus múltiples propiedades por lo que nos limitaremos a decir que el ágata hace aflorar la elocuencia, el coraje, la autoconfianza y la creatividad. Atrae riquezas y aleja el mal de ojo. Es la piedra de la prosperidad.
Además de para la confección de amuletos y talismanes las ágatas se pueden utilizar tanto en joyería como para confección de objetos decorativos. Las geodas de ágata son piedras de gran belleza y que aportan muchos beneficios al ambiente.
Utilizada como pieza decorativa en la entrada del hogar o del local de trabajo, principalmente en comercios, atrae riquezas y bloquea el mal de ojo. Si además esta ritualizada sus propiedades se multiplican.
Las ágatas de coloración natural suelen tener tonos marrones, amarillos, anaranjados, grises hasta el negro y tonos suaves de verde y azul.
El ágata india presenta una mezcla de colores naturales que varía del rojo al verde.
La carneola es una variedad de ágata roja.
Para que el ágata luzca tonos vibrantes y colores vivas tanto para fines decorativos o para confección de joyas y bisuterías se utiliza métodos de pigmentación. El resultado son piedras muy bonitas y llamativas, de colores alegres como el rosa, morado, azul, verde etc….
Esto aporta a las piedras calidades cromo-terapéuticas sin alterar las propiedades energéticas naturales del ágata.
Las ágatas teñidas son ideales para la confección de accesorios de moda, como collares y pulseras, debido al brillo intenso del ágata unido con los colores vibrantes.
Las geodas de ágata provenientes de Brasil suelen ser teñidas de bonitos colores, y son piezas de gran belleza en la decoración.
