El aceite esencial de vetiver (Vetiveria zizanioides), también conocido como khus, se obtiene por destilación al vapor de sus profundas raíces, cultivadas en Java. Su fragancia es intensa, terrosa y ahumada, evocando la fuerza ancestral de la tierra y la estabilidad de lo que está enraizado.
En aromaterapia, el vetiver es apreciado por sus propiedades calmantes, sedantes y equilibrantes. Su aroma profundo aquieta la mente, alivia la tensión nerviosa y favorece un sueño reparador. Se emplea en rituales de serenidad, conexión con la tierra y protección espiritual, ya que simboliza el arraigo y la fortaleza frente a las tormentas emocionales.
Además, el vetiver es reconocido por sus propiedades regeneradoras y protectoras para la piel, favoreciendo la cicatrización y la renovación de los tejidos. Su uso en aceites de masaje o brumas calmantes aporta una sensación de frescor y descanso tanto físico como emocional.
El formato de 10 ml en frasco de vidrio con gotero lo convierte en un elixir concentrado y práctico, ideal para difusores, baños relajantes, masajes restauradores (siempre diluido) o rituales de conexión y enraizamiento.
Dentro del Cofre de las Sirenas Sanadoras, el vetiver es la raíz que sostiene y protege: unas gotas bastan para transformar cualquier espacio en un refugio de calma profunda, claridad y fortaleza interior.
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